¿Qué es una tipografía?
La palabra tipografía proviene de dos términos griegos: “typos” que significa golpe, marca o forma, y “graphia” que significa cualidad de escribir.
Podemos definir la tipografía como “el arte de diseñar las letras”. Se denomina así a la disciplina que estudia la representación gráfica de las letras para que el lenguaje escrito sea efectivo.
Al mismo tiempo, denominamos también tipografía a la escritura con un conjunto de caracteres alfanuméricos, elaborados previamente y que cuentan con un estilo y una serie de características en común.
Toda la familia de caracteres se ha diseñado siguiendo unas mismas pautas y estilo. Posteriormente se han incluido en un archivo contenedor con formato OpenType(Microsoft y Adobe) o Truetype (Apple).
Gracias a estos archivos podremos incluir las tipografías en nuestro catálogo tipográfico, que nos permitirá usarlas desde cualquier programa de edición de textos (o imágenes) o programas de diseño desde nuestro ordenador. Podremos incluir estos diseños de letras en nuestras creatividades y composiciones, sin necesidad de diseñarlas una y otra vez.
No debemos confundir la técnica de la tipografía con el Lettering “el arte de dibujar las letras” o la Caligrafía “el arte de escribir las letras”. Aunque cuenten con similitud, estas 3 técnicas difieren en cómo se concibe y aborda la creación de las letras.
Al autor de la tipografía lo denominamos tipógrafo.
Al igual que ocurre con las formas, los colores o las imágenes, las tipografías también pueden llegar a evocarnos conceptos o emociones. A esto se le denomina psicología tipográfica o personalidad de la tipografía.
La personalidad tipográfica nos puede ayudar a transmitir aún más con la identidad visual de la marca. Por ejemplo, si queremos que la empresa se muestre moderna y cercana, podemos recurrir a una tipografía de palo seco. Si quizás la preferimos más tradicional y seria, una tipografía con serifa podría ser una mejor opción.
Tipos de Tipografías
Sin profundizar demasiado dentro de cada categoría de tipografías, lo cierto es que podemos clasificar a las fuentes tipográficas por su morfología en 4 grandes grupos:
- Con serifa (romanas)
- Sin serifa (palo seco)
- Cursivas (manuscritas)
- Decorativas (exposición)
Vamos a conocerlas una por una para que puedas aprender a diferenciarlas por su forma.
Tipografías con serifa (romanas)
Las tipografías con serifa son aquellas que cuentan con remates o terminales, que son esos pequeños adornos ubicados en los extremos de los trazos de los caracteres.
Las tipografías Serif suelen ser concebidas como serias y tradicionales. Cuentan con un aire académico o institucional. Son tipografías idóneas para párrafos o textos largos, ya que los pequeños terminales o serifas contribuyen a que se cree una línea imaginaria bajo el texto que facilita mucho lectura a nuestro ojo.
Algunos ejemplos de fuentes tipográficas Serif son: Times New Roman, Garamond o Book Antigua.
Y recuerda dentro de las tipografías con serifa, podemos incluir también las tipografías egipcias o Slab Serif.
Tipografías sin serifa (de palo seco)
Las tipografías sin serifa o de palo seco (sans serif) se caracterizan por la ausencia de remates y terminales. Se diseñan sin serifas. Sus trazos apenas presentan contrastes.
Las tipografías Sans Serif suelen asociarse con la tipografía comercial, ya que ofrecen un resultado muy bueno para la impresión de titulares o poco texto, en carteles y publicidad. Este estilo de fuente evoca modernidad, seguridad, neutralidad y minimalismo.
Aunque este tipo de fuente tipográfica no cuente con la línea invisible que consiguen las tipografías Serif para los textos largos, es muy recurrida también para textos en pantalla y textos en tamaños pequeños. Gracias precisamente a la ausencia de terminales y remates, esta tipografía puede resultar más legible en textos de pequeño tamaño que su hermana mayor.
Algunos ejemplos de tipografías San Serif son: Futura, Helvética, Arial, Gotham o Avenir.
Tipografías manuscritas (cursivas)
Las tipografías manuscritas también se denominan como cursivas o script. Son tipografías que representan o imitan la caligrafía a mano, por lo que en ocasiones también se les puede denominar como tipografías caligráficas.
Generalmente este tipo de tipografías cuentan con una tendencia itálica o cursiva claro. Las letras se ligan entre sí y encontramos curvas más pronunciadas que en las tipografías con serifa o de palo seco.
Como se ligan con la caligrafía, cuentan con una personalidad algo más humana y cercana. Algunas tipografías cursivas podrían ser Beckham Script o Parisienne.
Tipografías decorativas (exposición)
También se les denomina como tipografías display. Están consideradas como tipografías divertidas, más desenfadadas, pero pueden transmitir una gran variedad de sensaciones.
Cuentan un carácter y personalidad muy fuerte. Desde el punto de vista de la psicología tipográfica son transgresoras y contribuyen a llamar más la atención. No obstante, la legibilidad que se puede obtener con este tipo de fuentes es algo más pobre.
Dentro de este conjunto de decorativas entrarían las tipografías cuyas características no se ajustan a los tres conjuntos anteriores. Suelen crearse para fines específicos donde la legibilidad no se tiene demasiado en cuenta. Como por ejemplo en el branding de producto en el sector de la alimentación. Son muy expresivas y suelen contar con atributos más temáticos.
Eso sí, definitivamente no son tipografías idóneas para párrafos de texto.
Pueden llegar a transmitir falta de cuidado o desinterés en el diseño. Por eso, piénsate bien cuando utilizar este tipo de fuentes tipográficas.
¿Qué es una familia tipográfica?
Una familia tipográfica es un conjunto de caracteres, alfabéticos o no, que cuentan con unas características comunes en su estructura y en su estilo. Esto nos permite identificarlas como una misma familia.
Los miembros que integran una misma familia tipográfica se parecen entre sí, pero cuentan con algunos rasgos propios como variaciones de peso, inclinación y proporción. Esto lo voy a aclarar con más detalle en el siguiente punto.
Existen multitud de familias tipográficas. Originalmente surgieron con la creación de la imprenta pero otras han ido apareciendo como resultado de la digitalización de todo el proceso de diseño de tipografías.
Por ejemplo, las familias Gotham, Futura o Swift son algunas de mis familias tipográficas favoritas. Las uso con bastante frecuencia.
Las variables tipográficas y las versalitas
Las variables tipográficas son las opciones que podemos encontrar dentro de una misma familia tipográfica. Son modificaciones de la morfología de la tipografía, es decir de su forma. Actúan sobre el grosor (tono) del trazo, el ancho o proporción del carácter y la inclinación del eje vertical de los caracteres de una misma familia tipográfica.
Gracias a estas variables tipográficas vamos a poder establecer una jerarquía visual en nuestras composiciones. También nos ayudan a satisfacer las necesidades que nos pueden surgir a la hora de comunicar visualmente con tipografías.
El peso como variable tipográfica
La variable de peso, denominada también como variable de grosor o tono, afecta directamente al trazo de los caracteres. Se modifica la relación entre el ancho del trazo y los espacios vacíos dentro de cada signo tipográfico.
La tipografía bold o negrita presenta un grosor de trazo mayor, mientras que la tipografía light presenta un grosor del trazo menor.
La proporción como variable tipográfica
La variable de ancho o proporción afecta directamente a la estructura de los caracteres. Hace referencia a la modificación del ancho de la letra. En principio el trazo no varía.
Las tipografías condensadas y expandidas son tipografías que han sido diseñadas desde cero, al igual que las regulares. Por eso tampoco debemos deformar la escala de nuestras tipografías si necesitamos condensadas o expandidas.
Ten en cuenta que la variación de tamaño en sentido vertical no se considera como variable tipográfica, ya que se corresponde con una simple modificación del cuerpo tipográfico.
La inclinación como variable tipográfica
La variable tipográfica de inclinación modifica el eje de los caracteres. Hace referencia al ángulo de inclinación de la tipografía. Cambia la estructura y se altera el ritmo. La inclinación del eje vertical puede variar según el diseño de la familia tipográfica pero generalmente se encuentra entre los 8 y los 16º de inclinación.
Dentro de la variable tipográfica de inclinación vamos a poder reconocer dos tipos. Las oblicuas y las itálicas.
Las tipografías con variable oblicua cuenta con la misma morfología que la tipografía regular. Tan sólo cuenta con el eje inclinado. En cambio las tipografías con variable itálica presentan además una morfología propia con algunas reminiscencias a la caligrafía.
Tipografías versalitas
Tras la descripción de las variables tipográficas, es buen momento para mencionar también a las tipografías versalitas. Estas tipografías cuentan con alfabetos que mantienen la altura de caja alta (mayúsculas) a la misma altura que las de caja baja (minúsculas).
Las versalitas son tipografías que pueden ser de gran utilidad si por ejemplo lo necesitamos por valor estético.
Por lo tanto, después de conocer las variables tipográficas por peso, inclinación o proporción, ten en cuenta lo siguiente. Si necesitamos acudir a una tipografía negrita, condensada o itálica recuerda escoger siempre la variable tipográfica. Por favor, evita hacerlo digitalmente con software que modifique la tipografía.
¿Dónde encontrar la mejor tipografía para tu marca?
En ocasiones encontrar una tipografía acertada se nos puede resistir. Aquí te dejamos la mejor biblioteca donde podrás encontrar miles de tipografías gratuitas.
- Google Fonts
Se trata de una página bastante básica, pero que incluye un enorme catálogo de tipografías que podemos utilizar de forma gratuita. Muchas de sus fuentes se pueden asemejar a otras tipografías de uso privado, como por ejemplo la tipografía Montserrat, que se asemeja mucho a la Gotham. Esta herramienta de Google puede ser realmente útil; sin embargo, al estar tan al alcance, muchas de sus tipografías han sido bastante usadas ya. El único problema con el que nos podemos encontrar es que algunas tipografías pueden no estar del todo perfectas y requieren que les metamos algo de mano para nuestros diseños.No obstante, Google Fonts sigue siendo una opción ideal para quien no se pueda permitir adquirir una tipografía de pago.